CRIPTA

© Toni Piñera. 1991

Ya no solo en el ballet es necesario considerar el nombre de Rubén Rodríguez, también la plástica de hoy cuenta con un Rubén Rodríguez. Sus huellas no están en la escena, sino en la Galería Habana: pinturas que abordan lo que podríamos designar como “poesía escatológica”, creaciones que presentan las dimensiones impudorosas de la sexualidad, de la reproducción y otras funciones fisiológicas.

El título, CRIPTA, tiene evidentemente, la posibilidad de una doble lectura. La cripta, se sabe es la cueva con todas sus implicaciones de espacio y oscuridad, pero es también el depósito mortuorio donde se acaba o se transforma la vida. Arte, percepción entre trágica e irónica de la existencia y evidente desenfado temático se conjugan en la exposición que aquí brevemente comentamos.

Hay que señalar que en la factura de Rubén aparece su existencia visual en el trabajo de impresión serigrafica el Taller René Portocarrero. Es una succión lógica en un creador que aprovecha los recursos técnicos de este medio, trasladándolos al campo pictórico. Ruben pinta y pinta con buen oficio aquello que realmente siente, el modo de ver la realidad circundante, sus sensaciones más cotidianas e igualmente acciones humanas que casi siempre han quedado fuera de los temas considerados espirituales del arte.

Para hablar francamente, este artista sitúa sus motivos entre visiones prohibidas por la moral tradicional y descarnadas alucinaciones de los diversos momentos del placer. Manchas que se superponen, transparencias y frotado del pincel, contornos que se definen y ocultan, apariencias fantasmales de una gestualidad solo contenida por los límites de la imagen, a veces brutalismo suavizado por el tratamiento cromático sirven como componentes de una estructura que se diversifica en el conjunto de las obras.

El uso de cuadros que se articulan entre sí como rompecabezas de secuencias que son en sí mismos tiempos de una acción sugerida, nos enseñan y presentan un camino de creación que – gústenos o no – se suma a la diversidad de posiciones artísticas que están presentes en el panorama de la plástica cubana.